Enlistamos los comentarios que más calan.
Es típico que cuando estás soltero haya una serie de cosas que detonan tu odio por los que sí tienen pareja. Ya no digamos acciones sino frases que te hacen sentir la amargura de la soledad. Imagina la clásica situación: estás haciendo mal tercio con tus amigos súper enamorados y sueltan comentarios que te hacen sentir mal, tratas de actuar muy normal y les regalas una sonrisa falsa, en el fondo lo que dijeron te está calando.
Aquí las más pegadoras:
1- “¿Compartimos platillo?”
La situación: Llegas a un restaurante y no puedes decidir entre dos platillos, ambos te parecen suculentos, lástima que no comas como troglodita. Tus amigos enamorados se miran tiernamente y sueltan esta pregunta que –obvio– tendrá un sí como respuesta.
¿Por qué nos duele? Primero porque quedarse con el antojo es de lo peor, y, segundo, porque sabemos que con una pareja nos ahorraríamos esta situación, es horrible querer probar dos cosas y no tener con quién compartir.
2- “¿Pasamos juntos la navidad?”
La situación: Las fechas navideñas te tienen hecho una piltrafa: miles de sentimientos encontrados, dudas y tu enemigo principal al acecho: la soledad, sabes que, si bien te va, tu navidad estará rodeada de tus tías, abuelas y sobrinos chiquitos embarrados de caramelo, tu cuate con pareja te deja en la lona con esta frase que amarga tu diciembre.
¿Por qué nos duele? Quisieras que tu navidad fuera como la pintan en la televisión: la pareja perfecta llevándose de maravilla con tu familia, tú lleno de regalos y detalles de su parte. En fin..., a falta de Santa Claus: el novio(a) perfecto.
3- “Me quedé con él/ella todo el fin de semana”
La situación: Todo tu fin de semana consistió en picarte los ojos, ver a una que otra amiga que te alteró los nervios y, en general, todos tus planes fueron todo menos lo que imaginaste. Y entonces, de regreso a la vida diaria, a tus amigos tortolinos se les ocurre comentar que se la pasaron pegados.
¿Por qué nos duele? Pues porque hubieras querido que el plan de tu amigo fuera el tuyo: estar encamado por dos días seguidos, viendo pelis, comiendo helado y dándote uno que otro besito… Está bien, dándote unos besotes.
4- “Quédate a dormir en mi casa”
La situación: Después de un fiestón loco y sabiendo que los estragos de la cruda no tardarán en atacarte, tu amiguis de la vida tiene la brillante idea de soltar esta frase. Sabes que terminarás yéndote solo a tu casa, y pasar ese dolor de cabeza sin perro que te ladre.
¿Por qué nos duele? Quisieras que tu cama no tuviera ese hueco vacío. La cruda es terrible, extrañas tener a alguien que te consienta.
5- “¿Necesitas algo?”
La situación: En el punto clímax de la fiesta, estás con ganas de otro trago y la barra cada vez se te está haciendo más lejana. Tu amiga –la comprometidísima– tiene al novio a su servicio, se le terminó el trago y ella sí tiene quien le sirva.
¿Por qué nos duele? Si un novio caballeroso estuviera a tu lado no tendrías que estar agarrando los hielos fríos o haciendo filas para servirte de la botella. Te choca no estar bien atendida.
6- “Ya me quede aquí”
La situación: A tu cómplice de ligue se le ocurre comentarte que ya valió, que al fin encontró al amor de su vida y ya no piensa moverse de ahí. A ti te cae como balde de agua helada. Lo que más desearías es que esas palabras no hubieran salido de su boca nunca.
¿Por qué nos duele? Sabes que perdiste a tu amigo de parrandas y ligues para siempre, y te da una flojera estratosferica ponerte a buscar uno(a) nuevo(a). Además, no tienes ni pretendiente en puerta y es inevitable hacerte la pregunta: ¿yo cuándo encontraré al amor de mi vida?
7- “Ya tengo pareja para la boda”
La situación: Te acaban de invitar y te mandaron dos boletos, lo peor es que no tienes con quién ir. Tu amigo –el solterón feo – dice esto y tú te quedas con cara de what?
¿Por qué nos duele? Te aterra pensar que llegará el día de la boda y no tendrás con quién ir, no quieres quedarte sentado en la mesa con los niños por no tener pareja. Ufff, y lo más preocupante: ¿quién será tu pareja de baile?
8- “No me hace dramas por nada”
La situación: Acabas de terminar una relación y juras que jamás encontrarás a alguien normal en este mundo, todos hacen dramas por cosas que no entiendes. Tu amiga, la que aunque no está casada, está casadísima dice esto.
¿Por qué nos duele? Te enoja saber que tu amiga encontró al único hombre normal del planeta. Por tu lado, no puedes evitar preguntarte: ¿alguna vez podré decir algo así de un novio mío?
9- “Tenemos onditas todo el día”
La situación: Llevas una racha sin nada de nada, estás que arañas paredes de las ganas que tienes de tener ondas con alguien. Tu cuate del alma tiene la brillante idea de presumirte su maravillosa y regocijante vida sexual.
¿Por qué nos duele? Te mueres por una noche llena de placer y en el futuro cercano no ves ni la más mínima posibilidad de que suceda al menos con alguien que sientas algo. ¡Qué coraje!, hasta ganas te dan de arrancarte un mechón de pelo de la ansiedad.
10- “Yo no gasté, me invitó todo él/ella”
La situación: Estás más pobre que un niño de Somalia, tu quincena se esfumó en los dos primeros días del mes. Se te ocurre salir con tu cuate "el vida perfecta". Cual Grinch, sólo lo escuchas mientras haces cuentas en tu cabeza de cuánto te está costando el coctel que te estás tomando.
¿Por qué nos duele? Mueres por un/a novio/a que te invite todo y te saque de la crisis económica que traes. Es horrible cargar con todo solo, a menos que te ganes el Melate y así te olvides de tener pareja. y es muy reconfortante el decir "invita los cafés mi vida"
11- “¿Qué le regalo de navidad?”
La situación: La misma que la número dos: las fechas navideñas te tienen hecho una piltrafa: miles de sentimientos encontrados, dudas y el enemigo principal acechándote: la soledad. Sabes que, si bien te va, tu navidad estará rodeada de tus tías abuelas y tus sobrinos chiquitos.... Tu cuate con pareja termina de amargarte diciembre.
¿Por qué nos duele? Si pregunta qué le podría regalar, te recuerda que a ti nadie te dará nada, y aunque te haces el “no me importa lo material”, en el fondo desearías que alguien tuviera un detalle para ti, y mas ese alguien que te mueve el tapete.
Fuente
www.chilango.com
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